El Día de la Paz en Augsburgo, Alemania, se celebra el 8 de agosto. Se celebró por primera vez en 1650 y desde 1950 se considera oficialmente un día festivo. Este día es un día libre para todos los negocios de la ciudad.
Augsburgo es la capital de Suabia y es considerada una de las ciudades más antiguas de Alemania. El 8 de agosto de 1629 comenzó la opresión de los protestantes de Augsburgo, que se prolongó durante veinte años y finalizó tras la conclusión en 1648 de la llamada Paz de Westfalia. Además, el Día de la Paz en Augsburgo está asociado con la paz de los estados y las religiones, concluida en la ciudad el 25 de septiembre de 1555. Ese día, se anunció un tratado de paz entre diferentes denominaciones y estados, es decir, entre protestantes y católicos. Según el Tratado de Augsburgo, se proclamó la paz universal en el país, protestantes y católicos se reconocieron mutuamente, las ciudades se convirtieron en bi-confesionales, cesó toda opresión de protestantes por parte de la Iglesia católica.
El Día de la Paz, o Festival de la Paz de Augsburgo (en alemán: Friedensfest o Festival de la Paz en Augsburgo), es una fiesta tranquila y acogedora en la ciudad. En la ciudad tienen lugar procesiones solemnes, actúan grupos musicales. Se están organizando representaciones teatrales que cuentan los acontecimientos de los últimos años. Mucha gente del pueblo está vestida con trajes de épocas pasadas, hay muchos niños en el festival. Los servicios festivos se llevan a cabo en iglesias de todas las denominaciones. No sin la bebida tradicional alemana: la cerveza. Al anochecer, la ciudad se vacía, la gente del pueblo vuelve a casa. Muchos continúan celebrando en bares y pubs.
A lo largo de la larga historia de la fiesta, más de 350 años, sus orígenes han desaparecido en gran medida. Pocas personas lo celebran exactamente como el aniversario de la paz entre católicos y protestantes, ahora es solo una fiesta de paz, amor, tolerancia, buena actitud hacia el prójimo, una ocasión para recordar la cultura y tradiciones de siglos pasados. Muchos habitantes celebran esta fiesta con sus familias, lo que en sí mismo es una muy buena tradición. Una gran cantidad de invitados de otras ciudades de Alemania y de otros países también vienen a las vacaciones.
