"Cuando como, soy sordo y mudo". En el mundo moderno, esta regla rara vez se cumple. Los teléfonos móviles se han convertido en los compañeros constantes de millones de hombres y mujeres que no están dispuestos a desprenderse de sus dispositivos, incluso después de reunirse con amigos y detenerse a comer algo.
Los trabajadores de los restaurantes han notado en repetidas ocasiones cómo un visitante, después de estudiar el menú y hacer un pedido, mira la pantalla de su teléfono móvil, lee las noticias o toma notas en Twitter. Ni una agradable compañía, ni las bebidas ya servidas, ni el olor a comida deliciosa pueden apartarlo de un dispositivo móvil. La gente olvida que viene a un restaurante no solo para tomar un bocado, sino para relajarse, disfrutar del ambiente, la vista de los platos y la agradable conversación con los acompañantes. La administración de un restaurante ubicado en West Hollywood ideó una forma original de combatir esta adicción a los teléfonos móviles.
A todos los clientes que decidan almorzar o cenar se les ofrece entregar su móvil en la entrada del restaurante. Los visitantes que decidan separarse de su dispositivo por un tiempo recibirán un bono agradable: un descuento del cinco por ciento en todas las comidas y bebidas del menú. Así, la administración espera revivir la tradición de comunicación con el cliente en la mesa, así como dotar a su establecimiento de un ambiente acogedor y hogareño. Eso sí, al salir del restaurante, los teléfonos se devuelven a sus dueños.
Según la administración de la institución, los visitantes apoyan voluntariamente la iniciativa. En aras de un descuento, cada segundo huésped que viene a comer deja su teléfono móvil. Hasta el momento, esta innovación no ha generado quejas, por el contrario, las personas comienzan a comunicarse de buena gana cuando no les molestan los mensajes recibidos y las llamadas del trabajo.
Desde el punto de vista médico, esta decisión de la administración también tiene muchas ventajas. Una persona que no se distrae con nada mientras come, mastica la comida más a fondo y puede sentirse llena con el tiempo. El cuerpo absorbe mejor la comida y, como resultado, el visitante sale del restaurante bien alimentado y satisfecho. Y un visitante cuya atención ha sido absorbida por un dispositivo móvil puede que ni siquiera pruebe los platos.
