Una boda es un evento significativo diseñado para complacer a los novios con su alegre mecha y sinceros deseos de felicidad. No todo el mundo tiene el honor de ser invitado a una boda como testigo. No puedes decepcionar a tus amigos que han confiado en ti arruinando sus vacaciones con un enfoque descuidado al organizarlas.
Cómo llenar de alegría las palabras solemnes
Primero, prepare su discurso previsto. Aunque tengas confianza en tu elocuencia y no sufras por miedo a entrar frente al público, no será superfluo hacer un par de apuntes. Te sentirás molesto cuando te olvides de decir algo importante a los recién casados; a veces, las palabras no vienen a la mente en el momento adecuado, lo que puede arruinar toda la experiencia. Trate de tratar su discurso de manera responsable, porque los testigos no pueden cometer errores inapropiados ni vacilar al brindar un brindis de boda que establezca el estado de ánimo adecuado para el resto.
Al redactar el texto, preste atención a las variantes festivas ya preparadas de hermosas palabras que se pueden encontrar en la inmensidad de la red mundial y en la literatura especializada. También conviene elegir una forma poética adecuada para la ocasión; bienvenido si puede inventar sus propios poemas, aunque solo sean unas pocas líneas.
Personalice su brindis asociándolo con los novios. Sea cual sea su amigo, póngase en contacto con cada uno de los recién casados y exprese sus agradables deseos para ellos. Evite los clichés: las frases comunes o banales que no conciernen a los recién casados pueden dejar un regusto desagradable en sus almas e insinuar que no se preparó cuidadosamente para su celebración. Al mismo tiempo, uno no debe profundizar en las historias de la vida de los cónyuges recién nombrados, no todos son apropiados para las vacaciones. No incluya en el brindis menciones de la relación anterior de los miembros de la nueva familia.
No hagas tu brindis navideño demasiado largo, grandilocuente y demasiado formal, pero no te dejes llevar por una forma libre de presentación de pensamientos. Diluya las palabras con humor con plena confianza en que tal movimiento será apreciado por los héroes de la celebración. No es necesario memorizar un discurso inventado, pero en términos generales vale la pena memorizarlo. Cualquier deseo es bueno cuando es sincero y viene del corazón, con una carga positiva de energía que puede hacer sonreír a tus amigos.
Cómo sintonizarnos con el ambiente de la boda
Las reglas de etiqueta dictan la necesidad de ponerse de pie antes de dar un discurso. Levante un vaso, instando a la audiencia a seguir su ejemplo y tomar un sorbo de su bebida por la pareja que se casó. No tenga miedo de ser proactivo, pero no se exceda al tratar de llamar la atención sobre su brindis.
Si se siente abrumado por la timidez intempestiva en un gran día, luche por el bien de sus amigos. Como testigo, debe establecer el tono para todos los invitados hablando con claridad, lo suficientemente alto y articulado. Mantenga la calma, sea amistoso y espontáneo. Incluso cuando las miradas de los invitados sean confusas, intente serenarse, ya que debe controlarse antes de un discurso público sobre deberes oficiales o en una convocatoria de exámenes. No eres solo un invitado, sino el asistente principal de los novios, que no puede cambiar de opinión sobre asumir la responsabilidad y darles la espalda en un momento tan importante.