Rara vez se celebran las vacaciones de Año Nuevo sin petardos. Pero poca gente pensó en quién inventó los petardos, dónde comenzó su historia. Hay varias versiones diferentes de la apariencia de las galletas, es difícil decir cuál de ellas es la más confiable. Estas historias o leyendas están asociadas precisamente con el Año Nuevo y la Navidad, aunque hoy en día se utilizan galletas no solo para estas fiestas.
Recuerde cuánta alegría y diversión trajeron las galletas en la infancia. Cómo ellos, al explotar, esparcían confeti de colores a su alrededor, y en algunos de ellos se podía encontrar en su interior un pequeño juguete o una moneda. Los ruidosos petardos eran atributos integrales del Año Nuevo. Sin embargo, ¿de dónde vinieron?
La historia del bambú crepitante
La primera leyenda asombrosa sobre la aparición de un petardo nos envía a la antigua China. Dice que hace más de 2.000 años, al final del invierno, el unicornio Nian aterrorizó a las personas que vivían en una de las provincias chinas. Para hacer frente al monstruo, a los lugareños se les ocurrió la idea de prender fuego al bambú, o más bien a palos hechos con él. Cuando se quemaron, se escuchó un fuerte crujido, que podría ahuyentar al monstruo, por eso en China se les llamaba bambú crepitante. Según una de las versiones, fueron estos palos "ruidosos" los que más tarde se conocieron como galletas.
Regalos franceses
La segunda historia cuenta que una vez en Francia era costumbre hacer los regalos de Año Nuevo con envases coloridos en los que se envolvían varios dulces, pero las almendras se usaban con mayor frecuencia. Estos divertidos juguetes o adornos se regalaron entre sí para Navidad o se colgaron en el árbol de Navidad de casa.
Un famoso pastelero de Inglaterra, Thomas Smith, vio cómo se creaban tales regalos y decidió hacer juguetes dulces similares en su pastelería. La demanda de golosinas increíbles e inusuales fue enorme. Y después de un tiempo, el mismo pastelero decidió mejorar la dulzura de Año Nuevo que a todos les encantó. Por lo tanto, comenzó a hacer juguetes, cuando se abrió, se escuchó un aplauso, volaron chispas en todas direcciones y un regalo quedó dentro. Puede ser una pequeña decoración, un souvenir, una hermosa servilleta, un delicioso dulce o un pequeño pan de jengibre.