Antes de la festividad del 8 de marzo, todo hombre que se respete a sí mismo tiene problemas y dificultades. El joven se enfrenta a la pregunta: qué regalar a las mujeres que lo rodean, si el presupuesto es limitado. De hecho, ¿cómo no engañar al bello sexo con un regalo y no arruinarse?
Instrucciones
Paso 1
No posponga la compra de regalos hasta el último día, es decir, el 7 de marzo. En primer lugar, debido a que está ocupado, es posible que simplemente no llegue a tiempo. En segundo lugar, el ajetreo y el ajetreo y el bullicio reinarán en las tiendas (ya que muchos hombres, lamentablemente, no siguen esta sabia regla). En tercer lugar, las relaciones de mercado dictan sus propias leyes, y cuanto más cerca de las vacaciones, mayor será el costo de literalmente todo: desde flores hasta juegos de regalo de cosméticos y perfumes. Es decir, en lugar de ahorros razonables, probablemente terminará con un gasto excesivo e incluso con una gran molestia en el trato.
Paso 2
Si no se va a limitar a literalmente tres o cuatro obsequios para las damas más cercanas a usted, asegúrese de hacer una lista de aquellos a quienes desea felicitar. Junto a cada nombre, escribe la cantidad que crees que puedes gastar en el regalo. Esto le ayudará a estimar el nivel general de costos esperados. En consecuencia, reserve esta cantidad por adelantado y trate de no tocarla.
Paso 3
Es mejor hacer obsequios a los colegas “en un esfuerzo conjunto”, es decir, cuando todos los hombres de la organización recolectan una cantidad predeterminada y organizan para las mujeres algo como una pequeña reunión corporativa o compran ramos de flores y recuerdos. Por regla general, por persona, la contribución no es tan grande (salvo en los casos en que hay dos o tres hombres para muchas mujeres, como, por ejemplo, en las escuelas).
Paso 4
Si tiene grandes problemas con las finanzas, puede limitarse a un conjunto estándar: las mujeres más cercanas, de acuerdo con un ramo de flores (incluso si es una modesta ramita de mimosa o tulipanes) y una pequeña caja de chocolates (en extremo estuches, una barra de chocolate) y todos los demás, de acuerdo con una hermosa postal con una conmovedora inscripción felicitaciones. Al final, lo principal no es el precio del regalo, sino el sentimiento con el que se presenta. Como dice el proverbio: "Un regalo no es caro, pero el amor es caro".