Brindis es un pequeño pero brillante y memorable discurso público. Después del banquete, sus felicitaciones pueden dividirse entre comillas o pueden olvidarse fácilmente. Cómo dejar un rastro brillante en la memoria de los invitados de un discurso solemne y evitar bostezos y una mirada burlona de los presentes durante su discurso, algunos consejos ayudarán.
Instrucciones
Paso 1
Volumen. Una voz fuerte y segura ayudará a hacer un discurso exitoso. Si está acostumbrado a hablar en voz baja y la oratoria no está cerca de usted, debe practicar con el aparato del habla. Aprenda algunos trabalenguas, hable más alto con sus seres queridos. Vaya a un lugar tranquilo (bosque, baño) y grite lo suficiente como para escuchar su propia voz y no dejarse intimidar por su sonido. Después de todo, un brindis pronunciado en voz baja corre el riesgo de ser escuchado solo por el "orador" mismo, y los invitados y el cumpleañero nunca entenderán por qué están levantando sus copas.
Paso 2
Brevedad. No debes alargar la tostada durante diez minutos o más. Para los invitados hambrientos, los minutos parecerán horas, y no solo se cansarán de escucharte, sino que también comenzarán a molestarse por el brindis moralizador. El tiempo óptimo para dar un discurso es de unos dos minutos. No hay necesidad de estirar las palabras, en el camino recordando qué decir a continuación. Debes preparar y aprender el discurso con anticipación para que suene enérgico, animado y deseable en tus labios, con sentido del humor.
Paso 3
Concepto de discurso. Debe redactar la estructura del discurso de felicitación con anticipación, es decir, Sepa qué y qué sigue, qué palabras deben usarse, a qué referirse y cómo hacer el final del discurso. Un brindis en forma de anécdota o parábola interesante se ve espectacular. Una felicitación velada en la forma original de humoresque o aforismo será recordada por la audiencia y causará una impresión favorable en ellos por parte del orador.
Paso 4
El final. Las últimas palabras del brindis siempre se recuerdan, por lo que debe pensar detenidamente sobre el final del discurso de felicitación. Las últimas palabras son un llamado a levantar copas, por ello, es necesario llevar tu monólogo al inicio del repique de las copas de vino festivo de una forma original.