Anualmente, el 27 de septiembre, Madagascar celebra el Día del Recuerdo de San Vicente de Paúl, el santo patrón de esta isla. Este hombre fue uno de los más grandes sacerdotes franceses. Y unas décadas después de su muerte, el Papa Clemente XII incluso canonizó a De Paul.
Saint-Vincent de Paul dedicó su vida a servir a sus vecinos y ayudar a los pobres. Fundó la Orden de las Hermanas de la Misericordia, se ocupó de los enfermos y los pobres, gracias a lo cual fue nombrado patrón de hospitales y organizaciones benéficas. Además, dado que fue esclavo durante varios años, de Paul también es considerado el protector de todos los prisioneros y privado de sus derechos. Murió el 27 de septiembre de 1660, y fue en este día muchos años después cuando se comenzó a organizar una celebración en su honor.
En el Día del Recuerdo de San Vicente de Paúl, es costumbre recordar a este santo, sobre sus hazañas y su difícil vida. Si esta festividad cae entre semana, se declara oficialmente un día libre para que la gente de Madagascar pueda dedicar el tiempo suficiente a venerar al gran santo. El 27 de septiembre es costumbre visitar la iglesia, rezar, dar limosna a los pobres, pedirle al santo que perdone los pecados de las personas. Debes orar no solo por ti, sino también por familiares y amigos, e incluso por extraños. En el día de San Vicente de Paúl, los habitantes de Madagascar se esfuerzan por acercarse un poco más a este santo, repitiendo sus hazañas, es decir, ayudando a los demás, donando dinero, apoyando a los enfermos y a los pobres.
Después de pasar el día en oraciones purificadoras, por la noche los habitantes de Madagascar comienzan a divertirse. En las ciudades se realizan fiestas masivas y actuaciones espectaculares, que pueden ser vistas por todos. También organizan conciertos navideños e incluso actuaciones. Por ejemplo, en el día de San Vicente de Paúl, los actores del Teatro Nacional Hira-Gasi actúan tradicionalmente. Las procesiones festivas y los conciertos atraen a cientos de turistas de diferentes países del mundo, por lo que no solo los residentes de Madagascar participan en las vacaciones. El evento más espectacular y sorprendente del Día de San Vicente de Paúl son los magníficos fuegos artificiales, que se celebran anualmente el 27 de septiembre. Es él quien marca el final de las vacaciones.