La bendición de los padres es una parte importante y significativa de la ceremonia nupcial ortodoxa. Los padres de los novios bendicen a la joven pareja por una vida larga y feliz, y este momento es uno de los más conmovedores y emocionantes.
Es necesario
- el icono de la Madre de Dios de Kazán (para los padres de la novia);
- el icono del Salvador (para los padres del novio);
- toalla larga.
Instrucciones
Paso 1
Los primeros jóvenes son bendecidos por los padres de la novia, “dejándola ir de la casa de su padre a una nueva familia. Esto se hace justo antes de salir de casa para la ceremonia de la boda. La bendición es un sacramento, por lo que no se realiza públicamente. Los padres de la novia y los jóvenes deben dejar a los invitados por un tiempo e ir a otra habitación.
Paso 2
La bendición se realiza a imagen de la Madre de Dios de Kazán. Si la familia no lo tiene, el ícono se puede comprar con anticipación en la iglesia. También necesitará una toalla; no es habitual tomar iconos con las manos desnudas.
Paso 3
Tome una toalla en sus manos, luego, con su ayuda, un ícono, girando en dirección a los novios. Primero, la novia es bendecida. No existe una fórmula estricta, solo desde el fondo de su corazón desea su felicidad, prosperidad, amor en la vida familiar. Cruza a la novia con el icono y trae la imagen para que ella pueda besarlo. Amonesta al novio de la misma manera. El icono, que se utilizó para la bendición, debe llevarlo a la iglesia para la ceremonia de la boda.
Paso 4
Los padres del novio bendicen a los recién casados cuando regresan después de la boda, como una señal de que aceptan a la nuera en su familia, en su hogar. La ceremonia se lleva a cabo de la misma manera, pero en lugar del icono de la Madre de Dios de Kazán, se toma el icono del Salvador. Una vez finalizada la ceremonia, se ofrece pan y sal a los jóvenes en una toalla.
Paso 5
Los íconos, con los que los padres bendijeron a sus hijos para el matrimonio, se colocan en la mesa festiva y, una vez finalizada la celebración, ocupan un lugar de honor en la casa de los recién casados: se los considera los guardianes de la joven familia.