La Pascua es una festividad luminosa, que los cristianos perciben como el triunfo de la vida sobre la muerte y la esperanza de la salvación del alma. En este día, los cristianos recuerdan el sacrificio hecho por el Salvador y se regocijan por su milagrosa resurrección. Es natural que quieran compartir su alegría con sus compañeros de trabajo celebrando la Pascua con ellos. ¿Cuál es la mejor manera de hacer esto? Especialmente si considera que entre sus colegas seguramente habrá ateos o personas que profesen una religión diferente.
Instrucciones
Paso 1
La regla principal: trata a las demás personas en este día con especial atención, calidez y tacto. Más aún para los colegas. Si sabes que algunos de ellos no se consideran cristianos, en ningún caso muestres desaprobación, además, no intentes arreglar una disputa religiosa, demostrando las ventajas de la fe cristiana. Ahora no es el momento ni el lugar para eso. Saluden sinceramente, de corazón, con una amable sonrisa, a cada colega con las palabras: "¡Cristo ha resucitado!" Como regla, incluso los no cristianos responden con las palabras adecuadas: "¡Verdaderamente ha resucitado!" No se ofenda y no se indigne si alguien responde de otra manera, por ejemplo: "¡Felicidades por las vacaciones!" Tómalo con calma, con comprensión.
Paso 2
Lleva un regalo al trabajo. La cantidad y el tipo de platos que debe traer depende de su deseo, imaginación y capacidad financiera. Pero su lista debe incluir necesariamente al menos un pastel de Pascua y varios huevos de colores (lo mejor de todo, según la cantidad de colegas, incluido usted). El pastel de Pascua se puede hornear en casa, se puede comprar listo para usar. Es mejor si lo hornea usted o alguien de su familia y lo decora. Hay muchos tipos de decoraciones: hay glaseado de chocolate, azúcar en polvo y migas multicolores.
Paso 3
Asegúrese de consagrar el pastel de Pascua en la iglesia. Esto se puede hacer por la noche, durante el servicio nocturno, o por la mañana, de camino al trabajo, yendo a la iglesia más cercana.
Paso 4
También puede hornear mini pasteles de Pascua para cada uno de sus compañeros de trabajo, o pintar más huevos duros para que puedan llevárselos a casa como un regalo de su parte. No te avergüences de la modestia de tu regalo, porque lo principal es que está hecho con sinceridad, de corazón puro. Como dice la Biblia: "Mejor es un plato de hierbas, pero con amor, que un plato de carne, pero con odio".