La idea de ir a trabajar después de unas largas vacaciones es simplemente insoportable y descorazonadora para algunas personas. Para reconstruir y entrar rápidamente en el entorno de trabajo, necesita conocer algunas formas sencillas de "aclimatarse".
Una de las principales reglas de la transición de los días festivos a los días laborables es dormir bien antes de la jornada laboral y no consumir alcohol ni cenas abundantes. Si el tiempo y el clima lo permiten, camine un par de paradas hasta el trabajo. El aire fresco y un poco de ejercicio hacen maravillas.
El primer día laborable no debes pretender ser un héroe, deja tus hazañas laborales para después. Un ritmo suave y mesurado es exactamente lo que necesita ahora. Empiece poco a poco, limpie su escritorio y haga un plan detallado para la semana. Comience a limpiar los escombros identificando asuntos importantes y menores.
Después de unas felices fiestas con abundancia de comida pesada y alcohol, debes pensar en tu salud y tonificar tu cuerpo. Los días de ayuno son la mejor manera de ayudarlo a sentirse ligero y deshacerse de un par de kilos de más. Si no hay enfermedades crónicas graves y prohibiciones médicas, prepárese un día de kéfir, cereales (trigo sarraceno, avena) o frutas. Beba tanto líquido como sea posible, agua sin gas y té verde.
"Despertar" y ponerse en forma le ayudará a ir a la casa de baños oa la piscina. El baño eliminará venenos y toxinas del cuerpo, y nadar en la piscina despertará sus músculos y le dará un impulso de vivacidad.
Además de estos sencillos consejos, la actitud psicológica también es importante. No debe tomar el ir a trabajar como un vínculo con el trabajo duro. Trate de sintonizar con lo positivo y encontrar lo positivo. Por ejemplo, comunicarse con colegas, intercambiar noticias e historias sobre cómo fueron las vacaciones, la oportunidad de ganar dinero extra y reponer un presupuesto con fugas.