Rosh Hashaná es una fiesta judía dedicada a la creación del mundo. Simboliza el final del año saliente y el comienzo de un nuevo año. Según la tradición existente, en los días de Rosh Hashaná en el Libro de la Vida, Dios marca el destino de cada una de las personas que le espera en el próximo año. La fe sincera y genuina de que Dios desea el bienestar y el bienestar de las personas convierte este día en una feliz fiesta.
Rosh Hashaná significa literalmente "Cabeza del año", que es el nombre más utilizado para el Año Nuevo judío. En este día, los judíos se preparan para el próximo año, analizando las acciones cometidas en el último año. Al pensar en el futuro, los judíos piden salud, armonía y paz. Todo Israel celebra Rosh Hashaná durante dos días: el primero y el segundo del mes hebreo de Tishrei.
La fiesta comienza por la noche con la recitación de bendiciones y el encendido de velas. A esto le sigue la hora de la comida. Una bendición sobre el vino (kidush) se lee de un libro de oraciones especial para Rosh Hashaná (Makhzor).
Durante la cena, se acostumbra poner jalá redonda sobre la mesa. Esta forma de horneado indica una naturaleza cíclica y un suave cambio de estaciones. Según otra explicación, la jalá redonda es un símbolo de la corona, que recuerda al Reino del Altísimo. También se sirven manzanas con miel en la mesa. Se come una rodaja de manzana inmediatamente después de la jalá al comienzo de la comida. Esta golosina tradicional simboliza la esperanza de que el nuevo año sea "dulce".
Dependiendo de las tradiciones locales, los platos pueden diferir, pero casi todas las familias judías, además de manzanas con miel y chala, sirven pescado, que simboliza la fertilidad; un pez o una cabeza de carnero, como signo del deseo de estar "a la cabeza"; círculos de zanahoria en forma de moneda que representan la riqueza; verduras y frutas para expresar la esperanza de una rica cosecha.
El primer día de la festividad, la gente va a la orilla del embalse más cercano, donde, pronunciando los salmos apropiados, sacuden las puntas de sus vestidos como señal de liberación de los pecados. Este rito se llama tashlikh, que se traduce como "sacudir".
Los diez días siguientes a la festividad se denominan Días de Arrepentimiento. Durante los diez días es costumbre pedir al Todopoderoso en oraciones el perdón de los pecados cometidos por la violación o incumplimiento de sus mandamientos. También se supone que recuerda a aquellos que se han sentido ofendidos y les pide perdón. Cualquiera que te pida perdón debe ser perdonado sin albergar resentimiento.