El Día del Padre belga no tiene una fecha de celebración estrictamente fija. Se celebra el segundo domingo de junio y es venerado por los habitantes de Bélgica no menos que por los rusos el 23 de febrero.
Esta fiesta no se remonta a un pasado lejano: el Día del Padre en Bélgica comenzó a celebrarse hace relativamente poco tiempo, en el siglo XX. Existe una versión de que inicialmente la festividad apareció en América, y su fundador fue el estadounidense Sonora Smart Dodd de la ciudad de Washington. Su padre, un veterano de la Guerra Civil, crió solo a seis hijos. Su esposa murió al dar a luz a su último hijo, pero William Smart, ese era el nombre del padre del estadounidense, logró hacerse cargo de los herederos. La Sra. Dodd propuso reservar un día determinado para honrar no solo a su heroico padre, sino a todos los padres en general.
Se cree que el Día del Padre enfatiza la importancia del papel del jefe de familia en la crianza de los hijos, y no solo como proveedor de riqueza. Poco a poco, esta fiesta se hizo tan popular que traspasó las fronteras de Estados Unidos. Hoy se celebra en casi todos los países del mundo, incluida Bélgica. Es cierto que, a diferencia de otros países, donde el tercer domingo de junio se considera el Día del Padre, los belgas lo celebran el segundo domingo de junio. Por ejemplo, este año los belgas felicitarán a sus padres el 10 de junio y en 2013, el 9 de junio.
A pesar de que la fiesta aún no tiene una historia muy larga, los belgas han desarrollado ciertas tradiciones asociadas con esta fecha. En este día, se acostumbra ayudar, incluso económicamente, a los padres solteros pobres. En general, las mujeres y las niñas regalan no solo a los padres, sino también a todos los hombres importantes en sus vidas - abuelos, tíos, hermanos, maridos - el famoso chocolate belga, postales y flores hechas con sus propias manos. Por cierto, el color del ramo también importa. Es costumbre regalar rosas rojas si el padre está vivo y decorar la tumba de un difunto con rosas blancas. Es costumbre pasar el Día del Padre en Bélgica de forma activa, por lo que, tradicionalmente, en honor a esta fecha, se organizan caminatas y numerosos juegos activos.