Prepararse para una boda, especialmente para un gran número de invitados, es un proceso muy laborioso. Y a veces es más fácil contratar profesionales de una agencia de vacaciones y dejar estas preocupaciones sobre sus hombros. Pero puede hacerlo todo usted mismo, si no se espera algún tipo de programa extenso exclusivo.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, calcule la cantidad de invitados que desea ver en la boda. Toda la organización posterior depende de si serán veinte, cincuenta o doscientas personas, comenzando con la elección del lugar, terminando con el alquiler de un automóvil y un menú.
Paso 2
Haga un plan de eventos y una estimación de costos. En un plan, anote el día de la boda, comenzando por la mañana hasta que el último invitado sea enviado a casa desde el restaurante. En el presupuesto, incluya los gastos previos a las vacaciones: compra de un vestido, traje de novio, anillos, pedidos y envío de invitaciones. Y gastos directamente relacionados con las vacaciones: alquiler de coche, filmación de fotografías y vídeos, restaurante, toastmaster, decoración de salones, etc.
Paso 3
Después de planificar su día y hacer una estimación aproximada, comience a buscar contratistas. Es mejor si todos los servicios serán proporcionados por empresas ya verificadas por sus amigos o conocidos. Entonces se pueden evitar sorpresas desagradables en la boda. El Internet y los foros temáticos en los sitios de mujeres dedicados a la preparación de la boda pueden ayudar aquí. Allí, las novias comparten los contactos de organizaciones que hacen su trabajo a la perfección.
Paso 4
Si los familiares deciden ayudarlo a organizar su boda, asegúrese de supervisar su trabajo. Y lo mejor de todo, dé los contactos del contratista y cuente en detalle o incluso anote en una hoja de papel lo que se requiere exactamente. Explícales a tus seres queridos que estas son tus vacaciones y ya te imaginas cómo deberían ser. Y todos los cambios en el guión deben discutirse con usted.
Paso 5
Empiece a preparar su boda dos o tres meses antes del evento. Esto te dará la oportunidad de realizar cambios en el plan, ajustarlo, adaptarlo a las circunstancias. Después de todo, puede resultar que su restaurante favorito esté cerrado por reformas y que todos los más cercanos ya se hayan alquilado. O se pide una limusina del color correcto con tres semanas de anticipación. Ahórrate las sorpresas y ocúpate de todo con antelación.