El Ramadán es una fiesta musulmana que comienza en la luna nueva del noveno mes del calendario islámico y dura 28 días. En Egipto, durante el Ramadán, hay muchos cambios en los horarios de apertura de los establecimientos, pero en las ciudades turísticas donde descansan los turistas, esto no se nota demasiado.
Con la llegada del Ramadán, algunos turistas empiezan a pensar que solo los extranjeros caminan por las calles todo el día, mientras que los egipcios desaparecen en algún lugar. Pero con el inicio de la noche, los residentes del país de repente comienzan a celebrar, a poner música a todo volumen y a divertirse. El caso es que al amanecer los egipcios van a rezar y pasan varias horas en mezquitas, después de lo cual vuelven a casa y duermen hasta el mediodía o incluso hasta la noche. En este momento, solo unos pocos establecimientos están abiertos, incluidas tiendas y restaurantes para turistas.
Por la noche, las ciudades de Egipto cobran vida gradualmente. Cada vez aparecen más personas en las calles, se abren establecimientos de entretenimiento y comienza un floreciente comercio. Algunas tiendas dan comida a los pobres y los dueños de restaurantes y cafés ofrecen grandes descuentos a sus clientes. Los egipcios alaban a Alá, transmiten programas religiosos por radio y televisión, y la gente devota lee el Corán en mezquitas, casas y calles. Los musulmanes ayunan y se adhieren estrictamente al horario de oración y al plan de comidas especial.
Durante la celebración del Ramadán, se instruye a todos los musulmanes a comportarse de una manera especial. Deben ser devotos, no permitir mentiras y, además, calumniar, perdonar a las personas por sus errores, ser amables con los demás, aunque sean incrédulos. Durante los días de la celebración del Ramadán, los egipcios se inclinan ante la grandeza de Alá y aprenden la tolerancia y la capacidad de hacer el bien, sin querer recibir nada a cambio. Las familias van de picnic, los vecinos celebran juntos e incluso los egipcios pueden invitar a extraños a participar en las actividades. En muchas ciudades, se llevan a cabo seminarios y conferencias durante los cuales la gente puede aprender más sobre el Islam.
Tras el final del Ramadán, los egipcios organizan una fastuosa celebración que dura 4 días. En este momento, la mayoría de las instituciones e incluso las oficinas gubernamentales están cerradas, todos están descansando y divirtiéndose. La gente se regala, se pone sus mejores atuendos, organiza fuegos artificiales, canta y baila.