Una boda en el extranjero les parece a muchos recién casados una versión maravillosa y original de la celebración. Sin embargo, si existe tal idea para darle vida, necesita conocer algunos de los matices.
Las virtudes de una boda en el extranjero
1. Hay muchas agencias que son capaces de organizarte una boda de principio a fin. Solo se requiere que los novios expresen claramente sus deseos y paguen por el trabajo. Todos los problemas serán asumidos por profesionales.
2. Tal boda se recordará como un evento brillante, no se verá como un viaje banal a la oficina de registro. Los recién casados quedarán sorprendidos y asombrados por la cascada de agradables paisajes y nuevos lugares.
3. La boda en el extranjero es una gran opción para aquellos que quieran pasar estas vacaciones solo juntos. Gracias a esta opción, puede ahorrar en una mesa de buffet para invitados y otras bagatelas. En un centro turístico extranjero, los cónyuges podrán disfrutar el uno del otro sin que nada los distraiga.
4. En el país donde se celebra el matrimonio, es posible quedarse para la luna de miel. La cuestión de dónde ir después de la boda desaparece por sí sola porque no tienes que pensar en nada.
Desventajas de una ceremonia en el extranjero
1. Aunque la boda está organizada por agencias competentes, todavía existen algunas peculiaridades. Por ejemplo, será problemático llevar un fotógrafo y un camarógrafo con usted, así como traer todos los atuendos deseados.
2. Existe el riesgo de que no todos los invitados y familiares que le gustaría ver lleguen a su boda. Dado que la boda es cara, los invitados tienen visas y pasaportes extranjeros. Por lo tanto, debe estar preparado para que los jóvenes celebren la boda solos o en un círculo cercano de familiares.
3. Antes de decidirse por el país para contraer matrimonio, es necesario estudiar las leyes que están vigentes allí, para que el certificado de matrimonio sea reconocido en casa. De lo contrario, deberá volver a firmar en la oficina de registro para legalizar el matrimonio.
A pesar de las dificultades organizativas y de todo tipo de riesgos, una boda en el extranjero es una apasionante aventura romántica. Las impresiones recibidas de tal fiesta de amor permanecen en la memoria de por vida.