La capacidad de adaptarse a situaciones imprevistas que enfrentamos casi todos los días es una gran ventaja para una persona, como resultado, ahorrando tiempo y dinero y, por supuesto, logrando lo planeado.
En muchas playas espontáneas, a menudo no hay cabinas de cambio autorizadas, y luego, para cambiar un traje de baño, que es muy útil en nuestro bolso, comenzamos a mirar a nuestro alrededor para encontrar algo para lograr este objetivo.
Es necesario
bañador, toalla y … fantasía
Instrucciones
Paso 1
Siéntete libre de cambiarte de ropa, si vienes a la playa espontánea, llevarás una falda larga. En tal situación, se sentirá la persona más feliz, porque volver a vestirse no será difícil.
Paso 2
Envuélvase en una toalla o manta. En una playa espontánea, y en cualquier otra playa, nadie te juzgará si entiende lo que estás haciendo. No eres el primero, no eres el último en vestirse así. Este método parece ser relevante en todo momento.
Paso 3
Haz que las toallas parezcan una cabina. Para ello necesitará:
A) unas toallas o colchas
B) un par de manos extra
Es fácil hacer realidad esta opción si, por ejemplo, decides venir a nadar no solo, sino en compañía de, digamos, una novia o un ser querido. No se negarán a ayudar: sujetarán toallas a su alrededor para que pueda cambiarse de ropa con tranquilidad.
Paso 4
Use vestidores especiales que son tan populares en Europa, estos son vestidores móviles en la playa, en una caminata, en la naturaleza. Nunca hay cola afuera, ¡pero el interior siempre está limpio!
Paso 5
Escóndete detrás de algo. Esto puede ser, por ejemplo, un árbol o arbustos cercanos, que en las circunstancias dadas bien pueden desempeñar el papel de una pantalla. Y si tienes suerte, algún tipo de edificio, incluso el más pequeño, pero incluso allí puedes encontrar un rincón apartado donde puedes cambiarte.
Paso 6
Aléjate de la gente de la playa, donde no llamarás la atención, aléjate de ellos y … rápido, de forma inteligente, cámbiate de ropa. Como dice el refrán, lo natural no es feo. Y el que ve se avergüenza.
Paso 7
Improvisar. Métete en el agua con la ropa puesta y cámbiate allí. Este método es adecuado para personas muy valientes, y en el caso de que ya no haya opciones, pero realmente quieras nadar. Es cierto que en este caso, ¡la ropa tendrá que secarse más tarde!